Nadie explica que fue lo que ocurrió exactamente. Se puede leer algo sobre la Generación Robada, pero muy por encima. Pongamos detalle a la historia.
No explican lo que les decían a las familias de aborígenes robadas, decian que se los llevaban para darles una educación, y que volverían. Pero entonces, nunca nadie volvió.
A los que les tocaba irse con familias blancas, normalmente niñas, se convertían en esclavas de matronas blancas. No les daban prácticamente sueldo, se encargaban de todo el trabajo de la casa y como os podéis esperar, la escuela ni la veían. Tampoco a sus familias, ni sus pueblos, se quedaban totalmente solas y perdidas en un mundo de blancos. Las familias les decían que eran uno más, pero el trato recibido era peor que al del perro. Muchas no tenían ni habitación, y la que tenían era peor porque tenían que aguantar las visitas nocturnas del patrón blanco.
Los hijos mestizos fruto de blanco con aborigen, no podían ser criados por aborígenes, así que se los volvían a robar y se repetía el drama otra vez.
A los que se los llevaban a Instituciones, orfanatos normalmente llamados, podían ir a la escuela. Pero pasaban hambre y se les trataba sin ningún tipo de cariño. A no ser que el cariño viniese por parte de algún profesor/a blanco aprovechándose de su ingenuidad.
Así crecieron, avergonzados de su raza y humillados desde niños. Perdieron sus tierras, cultura, familia y orígenes, que ahora tratan de reencontrar.
En Australia hemos podido observar que es un tema tabú, los descendientes de los colonizadores se sienten avergonzados por lo que sus antepasados llegaron a hacer.
Hoy en todas las ciudades pueden verse aborígenes en las plazas bebiendo, totalmente perdidos. Sin identidad.
Los que regresan a su lugar de procedencia viven una vida más en concordancia a sus tradiciones y cultura. Vuelven a estar y a ser lo que quieren, pero esta vez sin complejos de ser lo que son.